Hoy cumple 64 años la cantaora flamenca Lole Montoya, nacida en Triana (Sevilla), hija de Juan Montoya, bailaor, y de Antonia Rodríguez 'La negra', cantaora y bailaora nacida en Argelia. Gracias en parte a que su familia, de raza calé, era uno de los grupos más intensos y compactados del mundo del flamenco, Lole pudo tener el privilegio de curtirse desde muy pequeña en tablaos de prestigio como Los Gallos (Sevilla) o Las Brujas (Madrid). También llegó, ya como adolescente, a compartir el mismo escenario con gente de la talla de la Perla de Triana o Camarón de la Isla.
En 1974 se une sentimental y profesionalemnte al guitarrista Manuel Montoya que venía de trabajar con grupos como Smash y Triana. La calidad de su arte y la originalidad de su propuesta encajaron a la perfección con la demanda del público en aquel entonces, lo que propició un notable éxito. El hippismo de la época llegaba al flamenco. Sus letras, compuestas inicialmente por el poeta Juan Manuel Flores, sustituyeron la pena y la amargura por la paz, las flores y el amor. La música, que componía e interpretaba Manuel a la guitarra, también se apartaba del flamenco tradicional, incorporando además de la influencia rock que Manuel traía de Smash, melodías y arreglos de origen árabe, de forma que este dúo puede situarse en el origen del 'nuevo flamenco' de los años setenta.
Su primer trabajo discográfico, 'Nuevo Día' (1975) mostraba la espectacular voz de Lole, que con su quejío flamenco llegaba al alma del que la escuchaba, y al guitarrista Manuel cantando un par de bulerías. Producido por Ricardo Pachón, que ya produjo el disco en solitario de Manuel Molina, contaba con la colaboración de Carlos Cárcamo, líder del grupo Granada. El álbum incluía, además del tema que daba título al disco, 'Nuevo Día', 'Todo es de color' y la popular 'Un cuento para mi niño', conocida como 'la canción de la mariposilla'.
Recibido con entusiasmo por la crítica, su éxito les llevó a firmar con CBS, sello con el que publicaron sus siguientes trabajos. En 'Pasaje del agua' (1976), con temas como 'Tu mirá' (incluida en la banda sonora del film de Tarantino 'Kill Bill 2'), 'Ay, ay' o 'Dime', y 'Romero Verde' (1977) mostraban ya distintas influencias, como el blues o el tango marroquí que mezclaron con el flamenco que ambos llevaban tan arraigado. En 'Romero Verde', contaron con la colaboración del guitarrista Raimundo Amador.
Cuatro años más tarde vio la luz su álbum 'Casta', dedicado a Federico García Lorca y Juan Ramón Jiménez, con textos de ambos musicados por Manuel. A finales de 1988, dos años después de la publicación de 'Casta', deciden separarse. Lole Montoya vuelve a la escena del espectáculo, esta vez abrazando el más puro estilo árabe clásico. Y es que desde su infancia, por la influencia de su madre, había tenido mucho contacto con el mundo y la música árabe. Contacto que marcó su carrera profesional, de forma que llegó a ser invitada por el Rey Asan a cantar en su palacio de Rabat.
En 1990, se produce un primer reencuentro artístico de Lole y Manuel en el programa 'La Puerta del Cante' del canal regional Canal Sur y un año después actúan por todo lo alto en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. En 1992 repetían la experiencia en 'Lole y Manuel cantan a Manuel de Falla', acompañados en esta ocasión por la Orquesta Sinfónica de Londres. Un nuevo disco dedicado a su hija, 'Alba Molina', se publicó en 1994, ya con Virgin Records.
Posteriormente, tanto Lole como Manuel publicaron trabajos en solitario y su hija Alba, que ya había participado en algunos trabajos de sus padres, debutó como cantante en 1997 con el álbum 'Despasito'. Lole ofreció algún recital esporádicamente, como en la Bienal de Sevilla 2002 o en el Festival de Jerez en 2004. Su álbum más reciente fue 'Metáfora', publicado en 2008.